“El entrenamiento nunca había sido tan personal”. Con este lema abrió Juan Ruiz López en mayo de 2014 su centro de entrenamiento personal homónimo en el número 5 de la calle General Arrando de Madrid. Un espacio que empezó con una sola sala y una cabina de fisioterapia y, hoy en día, una década después, cuenta con cuatro salas de entrenamiento, una cabina de fisioterapia y siete cuartos de baño repartidos en 320 m2. “Disponemos de cuartos en lugar de vestuarios, ya que una de las cosas que más valoramos es la privacidad y la intimidad, cuando alguien está entrenando en la sala está él solo con el entrenador, no comparte el espacio con nadie más. De la misma manera están solos en el cuarto de baño mientras se cambian, duchan, etc”.
Una ultrapersonalización a la que ahora estamos más acostumbrados, pero que hace diez años fue más que visionaria, y más si tenemos en cuenta que el director del Centro de Entrenamiento Personal Juan Ruiz López lo hizo con tan solo 24 años. Llegó a la capital en 2011 desde un pueblo de Córdoba, en plena crisis inmobiliaria, y tras pasar por un gimnasio que atravesaba una delicada situación económica se vio obligado a cambiar de estrategia. “En ese momento tenía una habitación vacía en casa, sin amueblar, compré algo de material y comencé a entrenar con mis clientes en ella. Con el paso del tiempo decidí replicarlo y por eso tenemos este concepto tan específico que nadie más tiene en Madrid”, recuerda. “El resto de centros disponen de una sala donde varios entrenadores se encuentran con diferentes clientes en el mismo espacio y los vestuarios también se comparten”.
Más fuerza y menos estética
Testigo de cómo ha cambiado la manera de entrenar en la última década ha sido el licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte: “El principal cambio que hemos observado es que la gente antes del Covid generalmente buscaba el servicio con un fin estético, aumentar masa muscular, bajar de peso, etc. Obviamente, hoy en día, el objetivo estético continua presente, pero está mucho más de fondo: la mayor parte de la población lo que busca es mejorar su salud, ya sea a nivel físico o mental, o en ambos casos”.
Es por ello que actualmente hay un mayor énfasis en el entrenamiento de fuerza, pero enfocado en la salud. “Se le da una mayor importancia y mucho más valor a ejercicios que nosotros llamamos ‘compensatorios’, que consiste en fortalecer musculatura que está más débil por la postura del día a día o por motivos específicos de cada persona. También se ponderan ejercicios para mejorar la movilidad o estiramientos”, comenta el entrenador personal, quien también constata el aumento de mujeres que han comenzado a hacer entrenamiento de fuerza. “Hace unos años era rechazado por las mujeres, que pensaban que era algo para hombres. Hoy en día se ha demostrado la multitud de beneficios que tiene el entrenamiento de fuerza en mujeres y se han ido quedando a un lado algunos mitos sobre este asunto”.
.jpg)
Recordemos que, cada vez más, los médicos recomiendan hacer ejercicio y, de manera más concreta, entrenamiento de fuerza debido a los grandes beneficios que tiene en patologías como el colesterol, la diabetes, la depresión o la ansiedad. “El ejercicio ha demostrado tener mayores beneficios que la propia medicación. Además, en caso de sufrir patologías más graves, como infartos o ictus, aquellas personas que poseen más masa muscular tienen mayor tasa de supervivencia y una mejor y más rápida recuperación que aquellos que tienen menos masa muscular”, explica Juan Ruiz López. “A la hora de afrontar una intervención quirúrgica, aquellos con más masa muscular y mejores niveles de fuerza se recuperan antes de la operación”.
Cree el experto en fitness que las nuevas generaciones tienen mucho más interiorizado el valor del ejercicio y la importancia del mismo: “A lo largo de estos diez años, otro de los cambios que hemos notado es cómo ha descendido la edad media de las personas que demandan el servicio. Las ciencias del deporte son relativamente jóvenes, antes se intuían su beneficios, hoy tienen una sólida base científica y, cada vez más, la gente es consciente de la importancia del movimiento”.
Salud y fisioterapia
Pionero en la personalización –al año siguiente de licenciarse en CAFyD comenzó en España la primera promoción del primer máster de entrenamiento personal–, Juan Ruiz López también tuvo visión a la hora de incluir servicios de fisioterapia en su centro, disciplina en la que está licenciado, pues con el paso de los años, como entrenador, empezó a ver que había un auge en lo referido a la salud. “Gran parte de la población sufre dolor de espalda y, si sumamos el resto de lesiones o patología, podemos decir que un alto porcentaje tiene dolor crónico o recurrente. Siendo fisioterapeuta puedes abordar en mayor medida y con otro enfoque este tipo de casos, además de poder mejorar aún más el servicio que ofrecemos”.
Considera el doble licenciado que ha cambiado la manera de abordar las lesiones, pues antes, cuando alguien tenía dolor o sufría una lesión, la recomendación siempre era reposo y dejar que pasara: “Hoy sabemos que lo mejor en caso de lesión es el movimiento, obviamente en función del daño, del momento en que se encuentre, de la persona, etc. Habrá ejercicios y movimientos que no se podrán hacer, pero siempre existen opciones. El movimiento es la mejor medicina”.
Alto rendimiento
Aunque al director del centro madrileño le gusta abordar de manera similar el entrenamiento de un deportista profesional y el de una persona que no compite, admite que en el enfoque de alto rendimiento la exigencia es diferente, la intensidad, los objetivos... “Generalmente el entrenamiento de un abogado o un directivo está dirigido a minimizar molestias crónicas relacionadas con el sedentarismo o a sentirse mejor consigo mismo, mientras que en el deportista nos centramos más en su rendimiento”.
.jpg)
Dependiendo del perfil de cada atleta, los entrenadores personales tratan de mejorar aquellos aspectos necesarios en cada caso en particular, como la velocidad, la potencia o la movilidad en aquellas zonas donde pueda estar más limitada. “En mi caso, generalmente trabajo con futbolistas que realizan ya un entrenamiento con su club. Intentamos aportar aquello que pueda complementar. Nuestra máxima es ‘el deportista que más compite es aquel que no se lesiona’, si estás lesionado aunque el entrenador cuente contigo no puedes jugar”, confiesa. “Al final, la salud, tanto en el deporte como fuera de él, es lo que debe primar sobre la persona”.
International Mentorship de Athletes Performance es Juan Ruiz López, titulación que obtuvo hace ya 11 años y que le sirvió para ir por delante en lo que después acabó llegando a nuestro país: “Athletes Performance actualmente se llama Team Exon y es considerado como uno de los mejores centros de entrenamiento para atletas del mundo. Realizar el mentorship me ayudó a ver y aprender cómo trabajan los mejores. En Estados Unidos la importancia del deporte lleva instalada más años que en España y creo que, aunque con el tiempo la diferencia cada vez va siendo menor, generalmente van por delante en muchos aspectos”.
Entrenamiento a distancia
“Creo que el entrenamiento on-line o a distancia puede ser útil cuando la persona tiene el hábito de entrenamiento muy interiorizado y mucha experiencia entrenando, conoce a la perfección la ejecución de cada ejercicio, etc. En el resto de casos no creo que sea una buena opción”, opina el experto que, aun así, considera que siempre hay que intentar fomentar la práctica de ejercicio y cada uno debe optar por aquellas opciones que pueda permitirse y que le sean accesibles.
Durante el Covid, en el centro, donde trabajan otros cinco entrenadores más un fisioterapeuta que lleva la cabina, hicieron algo de entrenamiento on-line conectándose por videollamada, pero constataron que les resultaba muy complicado que fuese funcional y práctico. “Era imposible que la cámara abarcase todo el espacio, recurrentemente debíamos cambiar la posición de la cámara para poder ver bien el ejercicio, etc. Quizá en unos años, con todo lo que está avanzando la tecnología sea posible, pero a día de hoy, en mi opinión, en la mayoría de los casos no es práctico”, asegura Juan Ruiz López.
Satisfacción profesional
Lo más satisfactorio de su trabajo, en palabras del entrenador personal, es mejorar la calidad de vida de las personas, cuando alguien lleva años con dolor crónico y consiguen minimizarlo o eliminarlo, personas con sobrepeso logran bajar de peso u otras con problemas de salud mental mejoran su autoestima y confianza. “En general, sea de la manera que sea, hacer que cada uno, a nivel individual, acabe sintiéndose mejor consigo mismo y considere que el dinero que invierte realmente lo está invirtiendo en sí mismo y su propio beneficio y salud”, concluye.
