Cuidados

Por qué desahogarse cuando uno está enfadado sólo empeora las cosas

Los terapeutas especializados en el control de la ira dicen que hay una forma mejor de hablar de algo que te molesta.
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‘Succession’ (HBO)

Cuando estás muy enfadado, es normal querer contárselo a alguien. Muchos colegas de trabajo optan por desahogarse unos con otros cuando surge algún problema con su jefe. Pero aunque tu reacción instintiva sea enviar un mensaje de Slack a tu compañero cada vez que algo (o, más probablemente, alguien) te cabrea en el trabajo, lo más probable es que no por ello te sientas menos molesto. Según una nueva investigación en la que se han tenido en cuenta 154 estudios diferentes sobre la ira, desahogarse no es una manera eficaz de aplacar tu enfado. En algunos casos, puede incluso ser contraproducente.

No obstante, eso no significa que la solución sea no hablar de lo que te enfada. Simplemente hay una forma mejor de hacerlo.

Por qué es tan difícil librarse de la ira

Hay un par de razones por las que no es fácil deshacerse de algo que te enfada: “La ira es rápida y muy impulsiva. Es una emoción de supervivencia, la ‘lucha’ en el modelo de lucha, huida, y parálisis”, dice Frank Thewes, LCSW, terapeuta especializado en el control de la ira.

Daniel David, PhD, LCSW, terapeuta del Atlanta Men's Counseling and Coaching Center, explica que la ira es una emoción protectora: “Cuando sentimos ira, el córtex prefrontal, que se basa más en el pensamiento racional, queda interceptado. Esto hace que el corazón se acelere, la presión sanguínea se eleve y nos pongamos nerviosos: sentimos la ira físicamente”, dice. Históricamente, esta respuesta tenía un propósito evolutivo para mantenernos a salvo, y el Dr. David dice que la ira sigue siendo una “emoción curativa” cuando se utiliza correctamente. Pero es importante calmarse primero para poder pensar con lógica y no con el cerebro bloqueado.

Los 154 estudios sobre la ira que analizaron los investigadores respaldan esta afirmación, demostrando que la ira aumenta la excitación en el cuerpo (Brad Bushman, doctor en psicología social y coautor del estudio, explica a GQ que la clave para salir de este estado de enfado e hiperactividad es hacer algo para calmar el cuerpo (como yoga o respiración profunda).

El Dr. Bushman afirma que, por el contrario, desahogarse puede aumentar la excitación. Es probable que hayas experimentado esto y descubierto que, cuanto más hablas de algo que te cabrea, más te enfadas. También puede conducirte a darle demasiadas vueltas a lo sucedido, lo que tampoco ayuda a deshacerse de la ira.

“Desahogarse puede convertirse en algo habitual. En lugar de abordar el núcleo de la activación de la ira e intentar calmarte, permites que tu cerebro y tu cuerpo sigan viviendo en el estado de ira”, explica Thewes.

Cómo hablar de lo que te enfada (y sentirte mejor)

Los tres expertos insisten en que, aunque desahogarse y darle vueltas a las cosas no funciona para deshacerse de la ira, eso no significa que no debas hablar de lo que te saca de quicio. La clave está en saber cómo hacerlo. En primer lugar, el Dr. David dice que hay que realizar una actividad que disminuya la intensidad para no sentirse tan excitado. Por ejemplo, dar un paseo o respirar hondo. ¿Te sientes más tranquilo? Ahora estás listo para hablar.

1. Averigua con quién es mejor hablar

La persona con la que hables de lo que te enfada es importante. La Dra. David recomienda evitar a alguien que se limite a darte la razón, sin ofrecerte mucho más que simplemente darte la razón. “Tienes que hablar con alguien que pueda darte su opinión y ofrecerte una perspectiva distinta de la situación”, dice la Dra. David, quien añade que “es mejor recurrir a alguien que tiene un interés personal en ti y que puede ayudarte a averiguar si estás pensando demasiado en lo que pasó o si existen otros factores a tener en cuenta”.

2. Averigua por qué te cabreó lo que pasó

Liberarse de la ira requiere un poco de introspección. Tanto Thewes como el doctor David afirman que, a veces, lo que te hace enfadar está relacionado con una herida emocional más profunda: “Cuando se utiliza correctamente, la ira es una emoción curativa. Es como una gran cartel de neón con una flecha que dice: Me han hecho daño. A veces la gente dice o hace cosas que provocan ese dolor y las personas reaccionan. La ira nos hace sentir más fuertes y nos dice: Apártate. Déjame en paz”, dice el Dr. David. Reconocer el dolor más profundo, dice, forma parte del proceso de curación y puede llevarnos a sentirnos menos enfadados. Puede parecer sencillo, pero está demostrado científicamente que la práctica de “ponerle nombre para domarlo” ayuda a superar la ira.

Quizá no sea tan profunda. Puede que alguien te haya cortado el paso en un atasco y eso te haya cabreado. Pero puede que un insulto, un mensaje de texto sin respuesta o cualquier otra cosa te hayan tocado la fibra sensible porque están relacionados con una experiencia pasada. Merece la pena tenerlo en cuenta.

3. Averigua si es un problema que puedes resolver

Cuando hables de tu enfado, el Dr. Bushman dice que tengas en cuenta si tus sentimientos pueden usarse como motivación para resolver un problema. Señala que todos los movimientos sociales a lo largo de la historia —desde los derechos de la mujer a Black Lives Matter— fueron impulsados por la ira.

La persona con la que hables puede actuar como una suerte de caja de resonancia para explorar formas de canalizar el enfado de manera positiva. Tal vez estés enfadado porque en tu lugar de trabajo no se ofrece una buena política de baja por paternidad o porque el parque infantil al que llevas a tu hijo todos los fines de semana está lleno de basura. Estás enfadado. ¿Y qué vas a hacer al respecto? A veces la respuesta es nada. Pero a veces no.

No todas las fuentes de ira son problemas que puedan resolverse. En casos como éste, el Dr. David dice que la mejor forma de deshacerse de la ira es practicar la aceptación radical: “Acéptalo tal y como es en este momento”. Aquí, dice, es donde esas actividades que disminuyen la excitación (como la respiración profunda) pueden ser útiles, porque es difícil practicar la aceptación radical cuando el corazón se acelera y la presión arterial se dispara.

4. Cambia tu visión de la situación

Reenfocar lo sucedido es otra forma de deshacerse de la ira avalada por científicos, dice el Dr. Bushman. Señala que una forma de hacerlo es dar un paso atrás y tomar una perspectiva más general de las cosas, en la única fuente de la ira. Aquí es cuando tener a alguien con quien hablar puede resultar realmente útil para ver distintos puntos de vista y para ayudarte a ver que lo que ha sucedido no es tan grave como crees. Y si lo es, pueden ayudarte a decidir qué hacer al respecto.

Hablar de nuestros enfados de forma productiva no siempre es fácil. Puede ser difícil encontrar personas objetivas con quien hablar. Es incómodo reconocer el dolor que has mantenido oculto. Es difícil romper con la costumbre de enfadarse de manera impulsiva. En todos estos casos, los expertos afirman que la terapia cognitivo-conductual puede ayudarte a identificar ciertos desencadenantes y a poner en práctica respuestas eficaces.

“Hay una gran diferencia entre hablar de la ira para intentar comprenderla y buscar una solución y entre hablar de la ira sólo para desahogarse”, concluye el doctor Bushman. Así que primero cálmate y luego habla de lo que te enfada con un propósito.

Artículo publicado originalmente en GQ.com.