Cuidados

Todo sobre los rellenos dinámicos de ácido hialurónico, el tratamiento con los resultados más naturales para rejuvenecer, rellenar y masculinizar el rostro

Los procedimientos estéticos para hombre son el de mayor sector crecimiento en la actualidad, pero si sabes elegir bien, los resultados serán tan naturales que no sabrán cómo tienes tan buena cara.
Bradley Cooper en los Premios Oscar 2024.
Bradley Cooper en los Premios Oscar 2024.Gilbert Flores/Getty Images

Según el estudio realizado entre 5.000 hombres por Teoxane, laboratorio especializado en el diseño y fabricación de rellenos dérmicos, y Nielsen, la empresa líder mundial en medición de audiencias, datos y análisis, el 3 % de los españoles reconoce haberse hecho un tratamiento con ácido hialurónico y la inmensa mayoría (un 93 %) afirma que el resultado ha sido bueno o muy bueno. De hecho, el 60 % ha repetido entre dos y tres veces.

Más datos interesantes: 3 de cada 4 españoles ven normal que un hombre se realice un tratamiento de medicina estética y solo un 6 % lo considera como algo raro o tabú. Seguramente, si esta encuesta se hubiera hecho hace un par de décadas, las respuestas serían muy distintas. Pero el concepto de masculinidad está en constante evolución y, sin prisa pero sin pausa, los hombres le estamos perdiendo el miedo a adentrarnos en territorios tradicionalmente considerados femeninos. Por eso, cada vez más, recurrimos a los retoques estéticos con el objetivo de vernos más guapos, jóvenes y atractivos, sobre todo los menores de 41 años, que es el grupo de población que más demanda estos protocolos. Esto se traduce en que el segmento de los procedimientos estéticos para hombre es el de mayor crecimiento en la actualidad y se espera que lo siga siendo en los próximos años.

Los rellenos de ácido hialurónico son, sin duda, la joya de la corona de los tratamientos estéticos masculinos. Porque, aunque todos conocemos su enorme poder de hidratación, este polisacárido también juega un papel clave en el rejuvenecimiento y la masculinización del rostro. Como nos cuenta el doctor Raúl Navarro, “el ácido hialurónico es un componente presente en el cuerpo humano, con un perfil de seguridad establecido, y que proporciona resultados naturales, aportando mejoras en la apariencia facial de forma temporal sin comprometerse a largo plazo”. De los diversos tipos de ácido hialurónico existentes, Teoxane tiene uno de los más eficaces e innovadores del mercado. Y es que el laboratorio fundado por Valérie Taupin en Ginebra en 2003 es uno de los principales fabricantes de rellenos dérmicos con ácido hialurónico del mundo y uno de los pocos que todavía sigue siendo independiente. El elemento diferenciador de Teoxane es Teosyal RHA, una línea de rellenos dinámicos formulada con un ácido hialurónico capaz de ajustarse a las necesidades concretas de cada zona de la cara.

El ácido hialurónico empleado en los rellenos clásicos tiene una estructura bastante rígida que, al infiltrarse en áreas de gran movilidad, como el contorno de los ojos o los labios, puede notarse al hacer determinados gestos, como sonreír, masticar o fruncir el ceño. Pero los rellenos dinámicos de Teoxane están elaborados con un ácido hialurónico más elástico, resiliente y con una mayor integridad estructural, obtenido con la exclusiva tecnología de Red Preservada. Así, se adapta más rápido a los movimientos de la cara, se recupera antes de las presiones musculares profundas y soporta mejor las tensiones faciales sin fragmentarse. Es decir, aporta un dinamismo muy similar al de las expresiones del rostro, por lo que sus resultados son mucho más naturales.

Esta versatilidad permite al ácido hialurónico de Teoxane realizar múltiples funciones, más allá de la siempre necesaria hidratación. Como, por ejemplo, prevenir o corregir los signos de envejecimiento, ya que puede utilizarse para reposicionar los volúmenes perdidos, atenuar las líneas de expresión y suavizar el surco nasogeniano. O para masculinizar el rostro, definiendo el mentón, marcando la línea de la mandíbula y realzando los pómulos. Los resultados del tratamiento empiezan a notarse nada más salir de la consulta, aunque mejoran gradualmente entre las dos y cuatro semanas posteriores y pueden llegar a durar hasta 22 meses.