Se necesitan unas cuantas cosas para tener una relación feliz, duradera y sana, algunas o tal vez muchas salgan de forma natural, otras puede que haya que trabajarlas (como puede ser aprender a expresar y comunicar, escuchar de verdad, ser más flexible para llegar a acuerdos) pero nada de eso, ni siquiera tenerlo todo en común es suficiente si no recordamos los tres pilares fundamentales.
Y es que como explica Rita Watson desde Psychology Today, todos entramos en una relación con la idea o la ilusión de que sea la definitiva, la que dure el resto de nuestras vidas, pero esa vida nunca es perfecta y siempre podemos encontrar altibajos que pongan en jaque la unión.
Pero si tenemos en mente las bases que menciona la experta, entonces tenemos muchas más posibilidades de hacer frente a esos problemas, e incluso evitar unos cuantos que se pueden presentar con motivo de la rutina y el paso del tiempo.
Así, para tener una relación feliz, duradera y sana no podemos nunca olvidarnos de mostrar nuestra gratitud hacia nuestra pareja. La ciencia ha determinado que aquellas personas que se muestran agradecidas tienen una relación más satisfactoria, y además es también una de las claves de la felicidad en general así que ya sabes.
¿Cómo se te da eso de perdonar? Porque a lo largo del tiempo se cometerán errores que necesitarán perdón, ya no solo para poder seguir adelante si es lo que realmente se quiere, sino para poder tener mayor paz. No ser capaz de perdonar solo nos trae estrés e infelicidad, así que hacerlo es algo que no solo nos puede ayudar en una relación sino en la vida en general.
Por último, nos encontramos con lo que Watson y los estudios llaman “ilusiones positivas” y tal vez no sea lo más fácil de conseguir. Básicamente se trata de seguir viendo a la pareja como al comienzo de la relación. Nadie es perfecto, objetivamente lo sabemos, pero cuando nos enamoramos de alguien sí que vemos a esa persona como perfecta para nosotros. Nos parecerá la más guapa, graciosa, inteligente, buena… Son las “ilusiones positivas” que si se mantienen, nos harán más felices.
Teniendo todo esto en cuenta con el paso del tiempo, el “felices para siempre" es posible.
