Cómo reavivar la llama en una relación cuando parece que se ha acabado

Da igual los años que llevemos en una relación. Siempre es posible reavivar la llama y recuperar la ilusión del principio.
clave relación sana feliz
'La La Land' (Damien Chazelle, 2016)

En cualquier relación duradera, por sana que sea, llega un momento en el que la química y la pasión disminuye. Es algo de lo que no se habla tan a menudo porque todos imaginamos las relaciones para siempre como idílicas, pero lo cierto es que lo más común es que la atracción varíe y no sea siempre la misma. Puede haber mil razones: nosotros o nuestra pareja cambiamos, nos hacemos mayores, estamos en un punto distinto de nuestra vida o en una mala racha.

Incluso en las parejas menos tóxicas ocurre. Vemos todo lo bueno al principio pero, a medida que pasa el tiempo, la ilusión por la relación se estabiliza y dejaremos de estar en el llamado período de luna de miel. Cuando llega este momento, muchos se ven incapaces de seguir con la relación porque piensan que algo está fallando. No saben que este es un proceso lógico y que, para sobrepasar el bache y reavivar la llama hay que trabajar juntos como pareja.

Volver a recuperar la pasión pasa, en primer lugar, por comunicarnos de forma abierta con el otro. Cuando sintamos que no hay suficiente intimidad o que vivimos anclados en la rutina, debemos decirlo sin tapujos, pero procurando que la situación sea adecuada, sin presionar al otro. Debemos hacerlo en un ambiente relajado y seguro para que nuestra pareja no se sienta atacada y se sienta libre de dar su opinión.

De esta forma podemos averiguar juntos qué es lo que ha ocurrido para que la relación y la pasión se estanquen y podemos tratar de encontrar soluciones de manera conjunta.

Una buena estrategia puede ser centrarnos en recordar momentos pasados y todo lo que hemos conseguido juntos. Esto será un recuerdo del lazo tan fuerte que nos une y de cómo apoyándonos hemos podido llegar a dónde queríamos. Cuando nos damos cuenta de ello, seremos conscientes de lo necesario que es cuidar ese vínculo a través de la intimidad.

Así, también será beneficioso para la pareja continuar celebrando las pequeñas cosas, como el aniversario o algún logro individual.

Es importante saber identificar los puntos débiles de la relación. Por ejemplo, si estamos demasiado centrados en nuestra carrera y trabajo, puede que nuestro punto débil sea el descuidar a nuestra pareja en momentos de estrés.

Para remediarlo, debemos saber que seguir enamorado de alguien tras los primeros meses es más una elección que otra cosa. El amor no dura así como así, sino que hay que cuidarlo y hacer hueco, no solo para querer al otro, sino también para sentirnos queridos.

Si este es un problema que encontramos en nuestra relación, la única solución es hacer tiempo de forma consciente para pasar tiempo con la persona que queremos y recuperar esa intimidad que ambos deseamos. Es el momento de hablar de todo lo que estamos pasando, incluyendo heridas del pasado y problemas que no hayamos solucionado porque, por pequeños que sean, pueden estar debilitando nuestro vínculo.

Los expertos recomiendan tomar media hora diaria para decirle al otro tres cosas que apreciamos de ellos y tres momentos en los que no nos hayamos queridos, escuchados o en los que no hemos sentido su apoyo. Después, diremos tres cosas que necesitamos que cambien o que ocurran para que la relación funcione. Siendo así de sinceros ambos podremos saber qué necesidades tiene el otro y en qué estamos fallando y ese es el primer paso para que la pareja funcione.

Son estos momentos los que crean la intimidad, ya que conseguimos sentirnos seguros, escuchados y queridos. Pero esto también debe verse reflejado en el contacto físico, y no solo hablamos del sexo. Hay ciertos hábitos que debemos adquirir, como el darnos un beso antes de salir o antes de irnos a dormir, ir de la mano… Además, debemos pasar tiempo de calidad juntos para que la relación mejore y recuperemos la chispa del principio.

Podemos aprovechar para probar cosas nuevas que no hayamos hecho nunca juntos, o para adentrarnos en las aficiones del otro. Será una forma de romper la rutina, de pasarlo bien y de ilusionarnos por algo. Estaremos creciendo tanto personalmente, como en pareja y sentiremos que estamos fortaleciendo el lazo que nos une.

Al final, ninguna relación es capaz de durar para siempre por sí sola. Debemos nutrirla y cuidarla para que ambos podamos ser verdaderamente felices.